Trabajo de Campo. Visual y de recolección. Relevamiento - Ruinas del Capayan

Hoy la Rioja, Chilecito – Famatina, 11/08/2011

“Me encuentro en las ruinas de los Capayanes, lo primero que hago al llegar, es el acto ceremonial para pedir permiso a la Madre Tierra como corresponde, para poder explorar y tomar muestras de sus lugares, sea cual sea la muestra con motivo de análisis y Estudio. El trabajo de campo comienza bajo un sol muy fuerte, el lugar es llano, con una vegetación de arbustos bajos muy espinudos, altos cardones y atravesando el terreno, el lecho de un rió seco, algo alejado de las sierras principales. Su suelo es árido, medanoso, y con grandes cantidades de piedras dispersas por todo el lugar a modo de terrazas, en ese orden, provocado por el efecto de las lluvias (cuando las hay). Se necesita agudizar y entrenar la vista para que no se nos escape nada, luego de un rato comienza a aparecer algunos vestigios cerámicos. Me aproximo a las ruinas, sus paredes y todas las construcciones que se encuentran distanciadas unas de otras, son totalmente de adobe, gruesas paredes, grandes habitaciones, otras con pequeñas divisiones. En uno de sus laterales, hacia el Oeste, se encuentra una enorme explanada de, aproximadamente, 100m., en forma de terraza y a continuación de las construcciones, a los fondos de las mismas, se comunica con veredas, o pasillos construidos totalmente en piedras. Camino un poco mas hacia los fondos, y encuentro restos cerámicos en apariencia de urnas y vasijas. Luego de varias horas de andar, bajo éste sol que no da tregua, dispongo a retirarme, junto mis elementos de trabajo mientras preparo la ofrenda para la madre tierra (Pachamama). Luego de agradecerle ésta jornada, me retiro pensando en cómo se van muriendo las Ruinas del Capayan, de pié como sus arbustos y cardones, solo el silencio y un zorro gris acompañan mi partida, que observa mi andar y yo el suyo. Me voy con la tristeza de ver como se deteriora día a día éste lugar y su historia”

Prof. Güido Ruiz